El pensamiento Humanista y Social Latinoamericano.
Como
bien sabemos la herencia legada por el colonialismo a nuestras naciones ha sido
generalizada durante años privando a los hombres de todo el continente no sólo
a la educación espiritual de sus derechos y deberes esenciales, sino también a
muchos de estos a vivir con cierta impotencia ante tales realidades y eso es
precisamente el resultado de la estrecha visión de los gobiernos americanos que
se han conformado con servir a los colonizadores y no a servir a los pueblos.
Por eso muchos pensadores y grandes héroes al analizar la realidad social
latinoamericana consideraban a la educación como una necesidad para el
ejercicio de la vida pública vista en dos direcciones, la primera, en la
educación que ha de tener el gobernante para orientar los destinos de su nación
y la segunda, en la visión que ha de tener el gobierno para potenciar en los
ciudadanos una vida con templanza, sabiduría, y valores morales legítimos.
Actualmente
no se aleja mucho del pasado pues uno de los principales retos que el
pensamiento latinoamericano tiene ante sí, es el de saber superar los
obstáculos que le plantea el dominio de los medios de comunicación por parte de
aquellos que consideran que sí viven en el mejor de los mundos posibles. No se
trata simplemente de denunciar la falta de posibilidades, las censuras
disfrazadas, etc., y las escasas vías de expresión de aquellos que piensa con
cabeza propia. La tarea consiste en lograr espacios, claro está, pero no esperar
de manera pasiva a que sean “democráticamente” situados. Hay que saber conquistarlos
por la vía que sea, por ejemplo a través de los estudios como una expresión
necesaria del proceso de emancipación mental que precedió al movimiento
independentista.
De
ello nace el pensamiento humanista y social latinoamericano, es la reflexión de
una sociedad sobre sí misma que apunte principalmente hacia un trabajo de
unidad autóctono y productivo en el que prevalezca el desarrollo integral del
ser humano en armonía con el medio ambiente, donde la libertad económica en la
disposición y usufructo de los recursos sea permitida siempre y cuando no
atente contra el buen vivir de las mayorías y la conservación de la madre
tierra, éstas deben ser las premisas que rijan las decisiones políticas,
económicas, sociales y morales del mundo nuevo, ha de ser el filtro de cada
ley, proyecto económico o inversión, y la praxis cotidiana de los ciudadanos.
¿Entonces
que función tiene hoy en día el pensamiento humanista y social latinoamericano?
Tiene como función ser una alternativa para la construcción del mundo nuevo, en
un momento histórico donde se vive a nivel global crisis financiera, crisis
social, crisis ecológica, crisis energética, crisis moral, entre otras crisis,
todas consecuencias del capitalismo insostenible, que consume sin piedad al
planeta y pone en riesgo la supervivencia de la especie humana. El nacimiento
de organismos como la CELAC, UNASUR y ALBA, demuestran que pese a las
diferencias ideológicas de los líderes de la región, se hace inminente la
búsqueda de un nuevo orden social, que apunte a un mundo multipolar, ecológico,
incluyente, pluricultural, donde las relaciones entre las naciones estén
enmarcadas en la paz, el respeto, el diálogo, la cooperación y la soberanía.
Antecedentes.
Por
otro lado en el contexto histórico el estudio del socialismo se inicia a partir
de la Revolución Francesa en 1789. Por lo general, hay la impresión de que todo
socialismo o cualquiera de sus visos es marxismo. Los socialistas modernos han
sido todos marxistas de alguna manera, pero ha habido socialistas antes y
después de Marx que han participado de estas ideas de una u otra manera. Es un
error concebir socialismo como igual a marxismo. Marxismo es simplemente una de
las tantas formas del socialismo.
El socialismo antes
de Marx
Entre
los escritores anteriores a Marx que aportaron ideas de carácter socialista nos
encontramos con Platón en sus “Leyes”, en sus “Diálogos” y en “La República”; o
Aristóteles en alguno de sus escritos; a Santo Tomás Moro con su “Utopía”; o a
Campanella con su “Ciudad del Sol”.
Durante
la época comprendida entre los años de 1789 y 1848, podemos señalar como
precursores del pensamiento marxista a: Claude Henri de Rouvroy, conde de
Saint-Simon (1760-1825); a Fierre Joseph Praudhon; a Charles Fourier
(1772-1837), y a Leblanc y Leroux en Francia. En Inglaterra a Robert Owen
(1771-1858), y Étienne Cabet (1788-1856). En Alemania a Ferdinand La Salle;
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), Anselm von Feuerbach (1775-1833). En
Rusia a Mijaíl Alexándrovich Bakunin (1814-1876), y a los nihilistas.
El socialismo
después de Marx
En
1864 y 1867 los socialistas ingleses y franceses se reunieron en Londres,
evento al cual no fue invitado Marx. Sin embargo, el mensaje que envió a esta
reunión causó impacto entre los asistentes, quienes comenzaron a aglutinar a
los partidarios del futuro. Para 1889 y 1904, después de la muerte de Marx, se
reúnen nuevamente, ahora en Ámsterdam, estableciendo desde entonces las bases y
postulados de casi todos los partidos socialdemócratas existentes en la
actualidad. Luego se reúnen en Moscú entre los años de 1919 y 1921, a
instancias de Lenin. Para los años de 1922 y 1923 se reúnen en Berlín, y luego
en México en 1928, de donde arrancan los postulados revisionistas para la
América Latina.
El socialismo en
América
El
socialismo criollo, aparte del caso especial de Cuba con Fidel Castro, tiene su
máxima expresión en el sentimiento marxistoide en el partido Alianza Popular
Revolucionario Americano (APRA), a cuya cabeza figuraba el doctor Víctor Raúl
Haya de la Torre; o la Legión del Caribe, a la cual pertenecieron figuras
destacadas como Jorge Eliezer Gaitán en Colombia, José Figueres en Costa Rica, Muñoz
Marín y Teodoro Moscoso en Puerto Rico, Grau San Martín en Cuba, Juan José
Arévalo en Guatemala y Juan Bosch en Santo Domingo. Todos estos movimientos, al
igual que el APRA, fueron en un principio totalmente marxistas, anti-yanquis,
anticatólicos, anticlericales y anti-españoles; pero después de haber derrocado
a la mayoría de las dictaduras latinoamericanas se convirtieron en partidos
políticos no del todo marxistas.
El socialismo en
Venezuela
En
1917 surge la ideología del socialismo que alcanza su primera concientización
mundial con la revolución rusa. La introducción de las ideas marxistas en
Venezuela se realiza de manera clandestina por un grupo de intelectuales
venezolanos quienes lanzan en 1931 el primer “Manifiesto del Partido Comunista
de Venezuela (PCV”. En ese primer documento se encuentra planteada la idea
revolucionaria de la clase obrera, propugnadora de una revolución socialista
para eliminar “la explotación del hombre por el hombre” y construir una
sociedad sin clases; se denuncia la explotación imperialista en nuestro país, y
a las clases dominantes criollas como cómplices y socias del capital
extranjero.
En
general, puede afirmarse que el pensamiento latinoamericano en su trayectoria
ha evidenciado una marcada tendencia progresiva de contenido humanista. Ese
humanismo se ha hecho mucho más patente en momentos en que las circunstancias
históricas lo han demandado en mayor medida. Esto pudo apreciarse desde sus
orígenes en aquellos primeros momentos en que se debatió tanto la condición humana
de los aborígenes de esta región, los argumentos en favor del respeto a sus
derechos, así como la justeza o no de la importación de esclavos africanos o
asiáticos.
La
preparación ideológica de la independencia durante la ilustración
latinoamericana requirió de un gran ingrediente de pensamiento humanista. Ya
desde los albores de la expansión capitalista sobre estas tierras algunos
pensadores de estas latitudes, que en algunos casos han llegado a ser
considerados como una especie de socialistas utópicos -aunque no siempre fue el
caso-, criticaron las injustas formas de vida que aquella sociedad engendraba.
América Latina engendró también sus críticos tempranos al nuevo orden social,
como por ejemplo Simón Rodríguez, quien dejó al respecto indudable huella en
Bolívar. También
comenzó a gestar un pensamiento socialista utópico como se aprecia en Esteban
Echeverría en Argentina o Diego Vicente Tejera en Cuba con las añoranzas de la
ilustración y los tintes románticos que el siglo XIX necesariamente le impregnaba,
al poner mayor empeño en transformaciones educativas que en radicales o
violentos movimientos revolucionarios. Posteriormente la recepción y desarrollo
del marxismo en estas tierras se explicaría no sólo por la continuidad de
aquellas ideas sino porque las nuevas condiciones sociales los engendraban.
Publicado por: Mauricio Paredes
Fuentes
Bibliográficas:
· (2012,
10). Pensamiento Humanista Y Social Latinoamericano. ClubEnsayos.com.
Recuperado 10, 2012, de https://www.clubensayos.com/Acontecimientos-Sociales/Pensamiento-Humanista-Y-Social-Latinoamericano/386435.html
· Escalona.
R (2013, 05) El humanismo latinoamericano y caribeño. Aporrea. http://www.aporrea.org/actualidad/a165786.html
· Guadarrama.
P (2001) Humanismo en el pensamiento latinoamericano. Archivo
Chile. http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/guadarramapg/guadarramapg00004.pdf
· UNEFA
(2013) FEVU5. Unidad 5: Formación ideológica. Pág 28. http://unefavirtual.unefa.edu.ve/CDD/resources/docs/cinu/FEV/FEVU5.pdf
· Del
pensamiento social a la sociología latinoamericana. Buenas Tareas. http://www.buenastareas.com/ensayos/Del-Pensamiento-Social-a-La-Sociolog%C3%ADa/1360124.html
·
Cisnero.
J (2013) Pensamiento Humanista y Social Latinoamericano de Simón Bolívar. PDF
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